El maestro CRB ha escrito una muy acertada (como todos sus textos) entrada sobre el ansia de los políticos por controlar internet. Dejo aquí el principio para animar a leer el resto en su bitácora:
Si el precio de la libertad es la vigilancia permanente, como advirtió Jefferson, será menester encender las alarmas ante la campaña de control de Internet que lanza el pensamiento único, desde Obama y su camelo sobre la “neutralidad de la Red” hasta los políticos europeos que van a declarar el acceso a Internet un “derecho fundamental”, nada menos. Dirá usted: ¿y qué tiene esto de malo? Pues mucho cuando lo protagonizan quienes atacan la libertad con metas supuestamente inobjetables como el progreso, la igualdad o la economía sostenible.
Voces cubanas, voces de la libertad. Por mucho que moleste al régimen de los hermanos Castro, voces vivas a las que no lograrán callar. Voces que sortean todos los obstáculos técnicos y logran gritar al mundo, en forma de bitácora, lo que ocurre en Cuba. Voces que incluso salen de las duras prisiones castristas para, teléfono de por medio, dictar textos libres que alguien volcará en un blog. Voces que le son negadas a todos los cubanos que no quisieron o no pudieron salir de la isla.
Voces con rostros. Voces con unas caras más humanas que la que se esconde tras la barba del octogenario que publica sus "reflexiones" en Granma o la que está adornada por el bigotillo del anciano hermano menor del tirano mayor. Voces capaces de sortear los obstáculos creados por los dos hermanos carceleros, y hacer que el mundo conozca lo que ocurre en ese país convertido en prisión gigante. Voces que noblemente compiten para decidir cuál de ellas es la mejor voz.
Las bitácoras se han convertido por derecho propio en un fenómeno que asusta a demasiadas personas preocupadas por mantener su estatus y a regímenes políticos dictatoriales y totalitarios que, por su propia naturaleza, tienen más interés en perpetuarse que en permitir que las sociedades a las que oprimen se desarrollen libremente.
Los ataques de conocidos periodistas españoles a las bitácoras son una broma ante la situación a la que se enfrentan los autores de weblogs en países como Irán. Los artículos de Rigalt y Del Pozo no son más que el grito desesperado de alguien pierde unos privilegios o detesta que quien opina diferente a la suya puedan expresarse libremente. Los textos de ambos articulistas son lamentables pero legítimos, entran en la lógica de la libertad de expresión. Es un motivo de alegría que puedan escribir cosas como esas, aunque sea triste que lo hagan. Sin embargo, en algunos países la situación es crítica para quienes osan a criticar a sus gobiernos en un blog, o en cualquier otro formato de los existentes en Internet. En la actualidad hay más de 70 "ciberdisidentes" encarcelados en todo el mundo, la mayor parte de ellos en China.
Pensaba escribir una especie de ranking definitivo de liberticidas de Internet durante el año pasado, pero Reporteros Sin Fronteras ya lo había hecho por mí. Su Balance 2003 ha incluido esta materia y señala que el día 1 de enero de 2004 había 61 internautas encarcelados en todo el mundo, y señala los países que han destacado para mal.
A algunos (quienes se niegan todavía a ver la naturaleza de los sistemas de tipo soviético y de los regímenes políticos existentes en el mundo islámico) les podría llamar la atención que el grupo destacado por RSF está formado en exclusiva por países comunistas y musulmanes. El "escalafón de la represión .net" es, en su cima, este:
1. China (comunista) 2. Vietnam (comunista) 3. Maldivas (musulmán) 4. Cuba (comunista) 5. Compartido por: Arabia Saudí, Túnez, Uzbekistán y Turkmenistán (todos ellos musulmanes).
Dos eurodiputados han mostrado más dignidad que el resto de sus compañeros y la práctica totalidad de los legisladores y gobiernos de los estados miembros de la UE. La liberal finlandesa Astrid Thors y el verde francés Daniel Cohn-Bendit han criticado que la segunda fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información se vaya ha celebrar en Túnez, país que no respeta los más elementales derechos humanos y cuyo régimen dictatorial tiene la costumbre de encarcelar internautas.
Produce alivio saber que en el Parlamento Europeo se alzan voces contra el regalo que hace la ONU a una dictadura al concederle la sede de ese encuentro. Thors y Cohn-Bendit se han convertido en la voz de la dignidad. Sin embargo, no resulta osado que su protesta no llevará a ningún sitio. Tanto las autoridades comunitarias como los gobiernos y parlamentos de los estados miembros rechazarían, si alguien se atreviera a promover una iniciativa de este tipo, boicotear las reuniones de Túnez. Esta sería la única opción decente por parte de las democracias, pero no lo veremos.
En su intervención en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, el dictador de Zimbabwe, Robert Mugabe , ha atacado "la retórica de una prensa libre y transparencia de los medios" pues sólo esconde los intentos de "minar nuestros esfuerzos por constituir sociedades nacionales".
La ONU no deja participar a Reporteros Sin Fronteras por denunciar la falta de respeto a los derechos humanos en la Libia de Gadafi pero permite que tiranos como Mugabe diga cosas así. Sobran los comentarios.
El hecho de ser uno de los padres de Internet no libra a Tim Berners Lee de poder equivocarse, y esta vez lo ha hecho. Tal vez por querer mantener un discurso políticamente correcto, Berners Lee ha hecho un gran favor a las dictaduras y ha atentado contra la libertad en la Red al pedir que la ICANN esté mas vinculada a la ONU. El insigne, y en otros aspectos admirable, Berners Lee debería plantearse que su postura coincide con la de regímenes dictatoriales como el de China y Cuba, países que han dado muestras sobradas del tipo de Internet que desean: control total absoluto por parte del estado y ausencia de libertad de expresión.
Este "padre de Internet" dice que la ICANN "no debería estar controlada sólo por Estados Unidos". Se vuelve a equivocar, que tenga su sede en ese país no significa que esté controlada por su Gobierno. Como dice Daniel Rodríguez Herrera, el hecho de que esté situada en EEUU tiene ciertos riesgos, pero estos son muchos menores que si estuvieran en manos de la ONU, un organismo "numéricamente dominado por dictaduras deseosas de eliminar de la red a esos molestos librepensadores que se obstinan en llevarles la contraria".
Sin duda es una buena noticia la libertad condicional de Zuhair Yahiaoui, periodista tunecino torturado y posteriormente condenado por criticar a través de la Red al régimen dictatorial de su país. De todos modos no hay que bajar la guardia, pues Internet sigue sin ser libre. De hecho, gracias a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) corre el riesgo de serlo cada vez menos.
No me cansaré de desear el más absoluto fracaso de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, organizada por la UIT. Este encuentro es una auténtica vergüenza y hace a los gobiernos democráticos cómplices de los liberticidas. No sólo va a celebrarse la segunda fase de reuniones en Túnez (un buen regalo para un país que encarcela internautas). La primeras fase, que tendrá lugar en Ginebra, va a contar con la presencia de personajes como Fidel Castro y Jatami, cuyos regímenes tienen someten a la Red a fuertes controles.
Algunos países ya han dejado clara su intención de impedir que las conclusiones de la Cumbre incluyan menciones claras a la libertad de expresión. Esto deja claro que el único acuerdo posible es uno que limite los derechos de los internautas. Es de esperar que no se llegue a ningún punto común, de lo contrario las democracias se volverán cómplices de las dictaduras.
Comentaba hace un par de meses el caso de un periodista cubano condenado a 20 años de cárcel por navegar por Internet. Sin duda, es peligroso ser internauta en la isla-cárcel del coma-andante Fidel Castro. Es uno de los casos más radicales, pero no es el único. Reporteros Sin Fronteras titula un informe sobre China: "Vivir peligrosamente en la Net". RSF recuerda las prácticas del régimen de Pequín, que pasan por arresto y condena de internautas, bloqueo de sitios extranjeros, cierre de cibercafés, filtros de todo tipo en foros de discusión. Pero la lista de países con prácticas similares es muy larga, y forman parte de ella estados como. Vietnam, Irán, Túnez y muchos otros.
Solemos pensar en Internet como en un espacio de libertades, y protestamos ante normas que consideramos que pueden recortarlas (como la LSSI española). Está bien que no se baje la guardia en nuestros países, pero no debemos olvidar lo que ocurre más allá de las naciones democráticas. La lucha por una Red libre en los países que sufren dictaduras también forma parte (y muy importante) de la lucha por la libertad en esos países.
Además, Internet, de una naturaleza internacional y reacia a las fronteras, no puede ser libre del todo mientras haya partes que no lo sean.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) informa en un site de que se ha bloqueado el acceso al mismo desde China. El régimen de Pekín toma este tipo de medidas contra miles de sitios en todo el mundo cuyos contenidos no son de su agrado, ya sea por razones políticas, religiosas o "morales" (como los temas sexuales). La represión que sufre la Red en ese país llega a limites absurdos, como la detención de una adolescente por enviar correos electrónicos con información sobre la neumonía asiática.
Cuando he leído que el sitio de RSF está bloqueado para los internautas chinos me he acordado de la existencia de una herramientaon line en la que se puede comprobar qué sitios son accesibles desde el "gigante" asiático y cuáles no. Por curiosidad he decidido probar con este iweb log. La sorpresa ha sido mayúscula: mis reflexiones sobre Internet están prohibidas por el régimen de Pekín. Lo realmente curioso es que tanto Blooger.com como Blogspot.com sí son accesibles en ese país. La censura y las dictaduras son absurdas, pero en algunos casos superan lo imaginable. El bloqueo chino de este blog no me hace ningún daño, y afecta poco a los internautas de ese país. Sin embargo, me anima a seguir denunciando a las regímenes que ponen trabas a la libertad en Internet.
Finalmente el periodista independiente cubano Mario Enrique Mayo, juzgado por la absurda acusación de navegar por Internet, ha sido condenado a 20 años de cárcel. Se trata de una vergüenza ante la que la mayor parte de los defensores españoles de los ciber-derechos mantienen absoluto silencio. Yo, mientras tanto, vuelvo a recordar la página donde se recogen pedir la libertad de este y otros 76 opositores y periodistas cubanos víctimas de la última –por el momento– ola represiva desatado por el régimen de Fidel Casto. Ya aparecen más de 3.200 nombres (a prinicipio de semana eran unos 300).
¿Se imagina que la policía llegara a su casa, le detuviera y después la fiscalía pidiera para usted una condena de 20 años por el "terrible" delito de haber navegado por Internet? Eso es lo que ocurre en Cuba. El régimen de Castro ha detenido a 77 opositores y periodistas independientes, para los que los fiscales piden condenas que van desde 15 años de cárcel hasta la pena de muerte por fusilamiento. Ninguno de los juicios está justificado más allá de la lógica interna de una terrible dictadura, pero el caso de Mario Enrique Mayo es delirante, su único "delito" es haber buscado un lugar para tener acceso a la Red (algo prohibido a los cubanos).
Las 77 detenciones son inadmisibles y muchas de ellas están relacionadas con Internet. Además del caso de Mayo, la acusación contra una gran parte de los periodistas hace referencia a que sus trabajos se publicaban en sitios web, por lo que este post en una blog dedicado a la Red está más que justificado. También lo está por otra razón, aunque ninguna de las injustas acusaciones estuviera vinculada con Internet. Hay un sitio que recoge firmas contra la ola represiva: Firmaporlalibertad.com. No se si conseguirá algún efecto real, pero al menos permite demostrar que hay muchas personas que protestan por lo que está ocurriendo en la Isla.